

Dos tardes monstruosamente divertidas llenas de colores, texturas, luces y risas.
A través de diferentes actividades sensoriales, los más pequeños exploraron, jugaron y disfrutaron del aprendizaje con todos los sentidos.
Porque cada experiencia cuenta… y cada emoción también.
Gracias a todas las familias y profesionales que lo hicieron posible.
¡Seguimos creando espacios donde crecer, sentir y compartir!





