
En nuestros espacios de creatividad, cada trazo y cada color son más que arte: son momentos de concentración, calma y expresión personal. Porque todas las personas, con o sin discapacidad intelectual, tienen algo que contar… y aquí lo cuentan con pinceles, ceras y mucho corazón.
Gracias, Eztizen, por abrirnos las puertas con tanta calidez y profesionalidad. Tu manera de acompañar hace de cada sesión un espacio único para crecer y disfrutar.
Aquí, el arte no tiene límites. Solo libertad para ser.